Es un oficio que subsiste entre la vida y la muerte, actualmente no hay muchas personas que paguen lo que cuesta; además de elaborar lápidas y figuras para las tumbas, también hacian columnas, dinteles, nichos de cemento y una gran varidad de adornos que han caido en desuso en las construcciones mas modernas ; sin embargo fue fuente de empleo de muchas personas en el pasado.
La figura de la imagen es lo que queda de una de esas esculturas de cemento que se hacía en el corazón del Barrio de Santa Ana. Quizas la única y última de las marmolerias que hay en la ciudad.
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